La estrategia de las medusas

Así como el movimiento de la medusa se discierne por una rítmica concreta, la contracción y expansión de sus músculos; el del poema, su corazón, concierne a principios u operaciones que se hacen al lenguaje natural. A veces, unos confundidos se valen del lenguaje para predicar objetos y nombres, haciendo del poema un juicio de conocimiento, una naturaleza indiferenciada. El alegato contra la cristalización, contra la identidad, es la epifanía. La epifanía como inminencia de una forma, de un método que transforma la materia de los hechos, de las cosas hechas con lenguaje. 

De la experiencia del poema como aparición, no podemos revelar ni comunicar verdades, ya que ella se consuma en su ritmo, que piensa lo que no se entiende. 

Así como las células repartidas en el cuerpo de la medusa, realizan la percepción lumínica; de las preguntas que nos hacemos con la sintaxis depende la movilización del pensamiento: el poema.

Gonzalo Geraldo